miércoles, 27 de febrero de 2013

Esquema de Trabajo para Propuesta de Mejora


Mayra Joselin Barajas Castillo. 
Nayely Guadalupe Ceballos Mora. 


Se refiere a la violencia prolongada y repetida, tanto mental como física, llevada a cabo bien por un individuo o por un grupo de individuos, dirigida contra un individuo que no es 
capaz de defenderse ante dicha situación, convirtiéndose éste en víctima. (Rubio, 2007)





                      El Bullying escolar








Quienes intervienen en el acoso escolar
    El agresor: individuo que mantiene la conducta agresiva en el tiempo, no el que en un momento puntual manifiesta un comportamiento agresivo; utiliza su comportamiento para demostrar superioridad, dominio y control ante el individuo. 
     Víctima: normalmente son niños y niñas considerados como débiles o disminuidos por sus compañeros de clase, tiene escasas habilidades de comunicación y de relación con los compañeros, por lo que les resulta difícil pedir ayuda.
          Observadores: tienen una gran importancia, pues de su reacción va a depender en gran parte la resolución del problema. 
  



Prevención
Para la prevención del bullying en las escuelas se pueden desarrollar programas de sensibilización contra el acoso entre iguales, tanto para los profesores como para los alumnos y sus familias:
Profesores:
  Escuchar a los padres que nos cuentan que han detectado un posible caso de acoso escolar. Los padres suelen acudir angustiados y desorientados al centro docente. Los profesores han de mostrar mucha sensibilidad a la hora de atenderlos y mostrarse receptivos ante sus preocupaciones. Han de tratar de calmarlos y ofrecer soluciones claramente especificadas, que se encaminen a garantizar la seguridad del alumno presuntamente acosado, a investigar lo que sucede y a corregir las actitudes de los acosadores, poniendo de manifiesto que medidas concretas se tomaran, la finalidad de las mismas y los resultados esperados así como el plazo prudencial que pueda darse para valorar los mismos.
 Contrastar lo que han relatado los padres con otros posibles indicios que se hayan percibido en el centro, por leyes que parezcan. Recordemos que el bullying se da en la inmensa mayoría de los casos en lugares y momentos en que no existe una presencia directa del docente, o los agresores se limitan a recordar a la victima de forma muy sutil la situación de sumisión en la que le tienen atrapado (papelitos con notas que circulan por la clase, sonrisas, miradas, etc.). 
  Incrementar la supervisión de los lugares donde se da el acoso, los denominados puntos calientes. Si bien es difícil vigilar estos lugares por requerir más personal en los centros, se hace imprescindible priorizar esta vigilancia en los casos en que haya sospecha de acoso.
 Reforzar (o introducir) el trabajo a nivel de clase sobre valores como la convivencia pacífica, el respeto, la tolerancia, etc., trabajando con la empatía, es decir, con la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Tengamos presente que los acosadores quieren afirmarse ante el grupo en el que tiene lugar el acoso. Si conseguimos que el grupo no les apoye, tendremos mucho a nuestro favor para acabar con esta situación.
 Dado el caso, tomar las medidas disciplinarias pertinentes, encaminadas, siempre que sea posible, a la reducación de las actitudes desadaptadas que han propiciado la situación y compensando las carencias de tipo afectivo, relacional etc. que las causaron. (Vitero, 2006)
    Alumnos:
  Mejora de habilidades comunicativas.
  Acabar con la idea de que es necesaria la agresión para ganar poder dentro de las relaciones entre personas.
  Promover amistades positivas y la aceptación de las diferencias. Dado que el acoso entre iguales puede ser una reacción a la diferencia en un intento por restaurar lo que consideran comportamiento adecuados, será necesario promover unos valores de aceptación de la diversidad.
 Aprender a reconocer, valorar, evitar y controlar situaciones de riesgo de abuso por parte de otros.
 Tomar conciencia de que deben informar y dar a conocer las situaciones de acoso hacia ellos u otros compañeros.
 Desarrollar habilidades de seguridad personal: interacción social, solución de problemas, petición de ayuda. (Jimenez & Morlales, 2009)



     Familia:
Tomar conciencia de las consecuencias que pueden tener las situaciones de maltrato o acoso entre iguales.
Interesarse por el desarrollo personal e interpersonal de sus hijos, que aprendan a observar en ellos signos de malestar y sufrimiento o que sepan qué es lo que deben hacer en caso de que sospechen que su hijo está implicado en los malos tratos a un compañero.
Sensibilizarse sobre la importancia del desarrollo personal y social de sus hijos y de sus problemas.
 Reflexionar sobre la importancia de su estilo de interacción familiar. (Guardia., 2011)

Bibliografía:
Rubio, M. B. (2007). Acoso escolar. Desarrollo, prevención y herramientas de trabajo. . Madrid: Narcea.
Vitero, F. B. (2006). SOS Bullying prevenir el acoso escolar y mejorar la convivencia . Madrid : Coleccion al dia .
Jiménez, S. Y., & Morlales., E. L. (2009). Exclusión: nuevas formas y nuevos contextos. España: Universidad de Castilla-La Mancha.
Guardia., R. M. (2011). Alumnado en situación de riesgo social. España: Grao.